Posicionamiento Para la Vida
Itel Telecomunicazioni - Italia
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Un láser tracker y su capacidad para servir como referencia para las tareas de posicionamiento hacen más precisa la orientación de los rayos de protones usados en la radioterapia.
La aplicación de la tecnología de láser tracker para el posicionamiento correcto de las piezas que serán ensambladas o de las herramientas de la maquinaria se utiliza en diversos campos de la producción industrial. La precisión con la cual es posible detectar la posición de los objetos en 3D es sumamente alta: de unas cuantas centésimas de milímetros, lo cual hace posible manejar dichos objetos con extrema precisión por medio del procesamiento correcto de las coordenadas medidas.
A veces, y con creciente frecuencia, estas tecnologías inicialmente concebidas para ser útiles en la industria de la manufactura, se incorporan en diferentes sectores que requieren la misma precisión tan elevada.
Este fue el caso con el proyecto Robotised Patient Positioning System (RPPS), llevado a cabo por la empresa Itel Telecomunicazioni en Ruvo di Puglia, en la provincia de Bari.
Esta compañía, fundada en 1982, se especializa en la ingeniería e instalación de equipos para resonancia magnética, diagnóstico de imágenes, medicina nuclear y radioterapia avanzada. Fuertemente orientado a la innovación y la investigación, Itel ha creado e instalado sistemas en 40 países en todo el mundo y actualmente está trabajando en perfeccionar un innovador sistema de terapia de protones para combatir tumores.
Raffaele Andrea Prisco, Director R&D de la empresa, explicó cómo el láser tracker Leica Absolute Tracker AT401 de Hexagon Manufacturing Intelligence se ha convertido en parte del sistema.
“La medicina nuclear, inicialmente usada para diagnósticos avanzados, está evolucionando rápidamente hacia aplicaciones terapéuticas, especialmente el tratamiento de neoplasmas con radiación concentrada. Estamos trabajando en un acelerador de protones capaz de liberar una dosis mucho mayor de energía, comparado con otras radiaciones usadas hasta ahora (fotones y electrones), en masas dirigidas, con un potencial de curación de aproximadamente 95% del neoplasma en vez del 75% de la curación actual. Por lo tanto, se reduce el porcentaje de recurrencia y metástasis a largo plazo. Las propiedades de los rayos de protones permiten una dosificación mayor de las partículas contra el objetivo y una liberación limitada de radiación en el tejido sano circundante, y consecuentemente, una probabilidad también limitada de los efectos colaterales típicos de los tratamientos con radioterapia.”
El acelerador de protones es una máquina grande y extremadamente compleja, encerrada en un búnker de hormigón. Todo esto es invisible para el paciente, quien es tratado en una habitación donde la cama en la cual reposa se coloca en la posición correcta por dos robots antropomórficos Kuka.
“La efectividad del tratamiento es mucho mayor, ya que es la precisión balística con la cual es posible apuntar al área tumoral que será tratada, la cual se encuentra dentro del cuerpo del paciente. protones, debido a sus dimensiones y características, no es posible moverlo ni orientarlo. Como resultado, era necesario encontrar una forma de posicionar al paciente que será tratado con la mayor precisión. Es posible orientar la cama en cualquier dirección en el espacio por medio de un par de robots. La necesidad de un rayo de protones para incidir en la zona de tratamiento con precisión milimétrica ha generado la necesidad de controlar y corregir la posición y la orientación de la cama en el espacio. Aquí es donde entra en acción la ayuda del láser tracker de Hexagon. Los reflectores se colocan en la cama y se controlan por medio de los trackers, los cuales nos permiten verificar la posición del paciente en tiempo real y, si es necesario, ‘corregir la puntería’. La precisión con la cual el tracker detecta la posición, la cual ha sido demostrada con unas cuantas centésimas de milímetro, puede garantizar que la cadena de errores que se presentan durante la puntería hacia el rayo del protón quede limitada a solo un par de milímetros, funcionando con la máxima eficiencia y seguridad.”
Debido a esta aplicación tan particular, no era posible usar ninguno de los programas que normalmente se entregan con el láser tracker. Por lo tanto, el equipo de desarrollo de Itel creó una interfaz especializada capaz de dialogar directamente con el firmware del tracker y gestionar todas las operaciones.
“El uso del láser tracker,” concluye Prisco, “no fue una innovación vinculada con este proyecto: estos equipos se usan para otro tipo de operaciones de control, posicionamiento y alineación de sistemas en una gran variedad de actividades. Era normal pensar en el mismo instrumento cuando definimos las características del sistema RPPS y los resultados fueron, tal como esperábamos, más que satisfactorios.”
Este fue el caso con el proyecto Robotised Patient Positioning System (RPPS), llevado a cabo por la empresa Itel Telecomunicazioni en Ruvo di Puglia, en la provincia de Bari.
Esta compañía, fundada en 1982, se especializa en la ingeniería e instalación de equipos para resonancia magnética, diagnóstico de imágenes, medicina nuclear y radioterapia avanzada. Fuertemente orientado a la innovación y la investigación, Itel ha creado e instalado sistemas en 40 países en todo el mundo y actualmente está trabajando en perfeccionar un innovador sistema de terapia de protones para combatir tumores.
Raffaele Andrea Prisco, Director R&D de la empresa, explicó cómo el láser tracker Leica Absolute Tracker AT401 de Hexagon Manufacturing Intelligence se ha convertido en parte del sistema.
“La medicina nuclear, inicialmente usada para diagnósticos avanzados, está evolucionando rápidamente hacia aplicaciones terapéuticas, especialmente el tratamiento de neoplasmas con radiación concentrada. Estamos trabajando en un acelerador de protones capaz de liberar una dosis mucho mayor de energía, comparado con otras radiaciones usadas hasta ahora (fotones y electrones), en masas dirigidas, con un potencial de curación de aproximadamente 95% del neoplasma en vez del 75% de la curación actual. Por lo tanto, se reduce el porcentaje de recurrencia y metástasis a largo plazo. Las propiedades de los rayos de protones permiten una dosificación mayor de las partículas contra el objetivo y una liberación limitada de radiación en el tejido sano circundante, y consecuentemente, una probabilidad también limitada de los efectos colaterales típicos de los tratamientos con radioterapia.”
El acelerador de protones es una máquina grande y extremadamente compleja, encerrada en un búnker de hormigón. Todo esto es invisible para el paciente, quien es tratado en una habitación donde la cama en la cual reposa se coloca en la posición correcta por dos robots antropomórficos Kuka.
“La efectividad del tratamiento es mucho mayor, ya que es la precisión balística con la cual es posible apuntar al área tumoral que será tratada, la cual se encuentra dentro del cuerpo del paciente. protones, debido a sus dimensiones y características, no es posible moverlo ni orientarlo. Como resultado, era necesario encontrar una forma de posicionar al paciente que será tratado con la mayor precisión. Es posible orientar la cama en cualquier dirección en el espacio por medio de un par de robots. La necesidad de un rayo de protones para incidir en la zona de tratamiento con precisión milimétrica ha generado la necesidad de controlar y corregir la posición y la orientación de la cama en el espacio. Aquí es donde entra en acción la ayuda del láser tracker de Hexagon. Los reflectores se colocan en la cama y se controlan por medio de los trackers, los cuales nos permiten verificar la posición del paciente en tiempo real y, si es necesario, ‘corregir la puntería’. La precisión con la cual el tracker detecta la posición, la cual ha sido demostrada con unas cuantas centésimas de milímetro, puede garantizar que la cadena de errores que se presentan durante la puntería hacia el rayo del protón quede limitada a solo un par de milímetros, funcionando con la máxima eficiencia y seguridad.”
Debido a esta aplicación tan particular, no era posible usar ninguno de los programas que normalmente se entregan con el láser tracker. Por lo tanto, el equipo de desarrollo de Itel creó una interfaz especializada capaz de dialogar directamente con el firmware del tracker y gestionar todas las operaciones.
“El uso del láser tracker,” concluye Prisco, “no fue una innovación vinculada con este proyecto: estos equipos se usan para otro tipo de operaciones de control, posicionamiento y alineación de sistemas en una gran variedad de actividades. Era normal pensar en el mismo instrumento cuando definimos las características del sistema RPPS y los resultados fueron, tal como esperábamos, más que satisfactorios.”